Las listas de espera en Oftalmología en Castellón alcanzan niveles críticos. Hay demoras de entre 14 y 16 meses para una primera consulta no urgente en el Departamento de Salud de Castellón. Son los datos que denuncia el área de Sanidad de la Central independiente de funcionarios (CSIF). No obstante, la queja no es nueva. Esta vez, son trabajadores sanitarios quienes vuelven a evidenciar una situación «insostenible».
No en vano, estas esperas inasumibles generan una fuerte preocupación entre pacientes y profesionales sanitarios. Existe el riesgo de que se agraven enfermedades visuales que podrían haberse diagnosticado a tiempo.
Aunque los casos urgentes —como cataratas, glaucomas o degeneración macular— son atendidos. La demora media en estos casos es de unos 5 meses. No obstante, el retraso en las primeras valoraciones oftalmológicas no urgentes está generando una creciente alarma.
Posibles riesgos de pérdida visual irreversible
Las largas demoras no solo impactan en la calidad del servicio, sino que pueden poner en peligro la visión de los pacientes. Diversas patologías oculares, si no se detectan de forma precoz, pueden evolucionar hasta provocar pérdidas irreversibles de visión.
La presión asistencial en el Hospital General de Castellón, que da cobertura a más de 380.000 tarjetas SIP, también está afectando al rendimiento del área de urgencias oftalmológicas. En este centro se atienden diariamente entre 20 y 30 urgencias oftalmológicas. En ocasiones, se llega a atender 40 casos en un solo día, lo que pone al límite la capacidad de los 14 especialistas disponibles.
Controles postoperatorios también en riesgo
Los retrasos afectan igualmente a los controles postoperatorios. En intervenciones como la del glaucoma, donde es fundamental una revisión a los tres meses, estas citas se están posponiendo hasta los seis meses. La saturación, la falta de personal y el envejecimiento de la población son factores que agravan esta situación.
Además, se prevé una reducción de recursos quirúrgicos durante el verano. De los cinco quirófanos actualmente activos, solo dos o tres permanecerán operativos. Este es un número muy inferior a los siete disponibles antes de la pandemia.
Reclamaciones por parte de los profesionales sanitarios
Fuentes del sector sanitario alertan de que esta situación es una “emergencia silenciosa”. Afecta especialmente a personas mayores y pacientes crónicos, quienes podrían ver comprometida su salud visual de forma irreversible. Por ello, se reclama a la Conselleria de Sanitat un refuerzo urgente de medios humanos y técnicos para reducir los tiempos de espera. Además, se espera frenar el colapso del servicio.
