«Retroceso» es quizás una de las palabras más repetidas en el balance que ha hecho Compromís, de los dos años de gobierno en Castellón. Al valorar el mandato de Begoña Carrasco, el portavoz de la formación, Ignasi Garcia, junto a los ediles Vera Bou y Pau Sancho, ha calificado este periodo como “una etapa marcada por la regresión, la ausencia de ideas y la renuncia a defender los derechos sociales”.
Arremetiendo sobre la falta de fórmulas para abordar problemas como el de la vivienda, entre otros, García ha acusado al gobierno de Carrasco de hacer políticas «para contentar a sus socios de ultraderecha». El retroceso en políticas sociales con el desmantelamiento de lo ya conseguido han sido otros de los ejemplos. Con todo, sanidad, educación o infraestructuras han copado una gran parte de las críticas.
Críticas en transporte o vivienda
Uno de los ejes de las cíticas ha sido la supresión del transporte público gratuito para jóvenes. Ejemplos: la reducción de servicios en varias líneas de autobús, como la 1, 6 y 9. Además, han alertado de la eliminación de carriles bici en diversos tramos urbanos.
También mencionan el cierre de instalaciones juveniles. Según han expuesto, más de 970 familias en situación de vulnerabilidad han perdido el acceso a ayudas básicas en alimentación, vivienda o higiene. Han sufrido importantes retrasos en su tramitación, asegura.
En cuanto al acceso a la vivienda, Compromís ha informado que las solicitudes para vivienda pública se han triplicado. Mientras tanto, proyectos como el de la calle Caputxins y Osca siguen sin avanzar. Además, critican la falta de medidas para frenar el alza del alquiler y la ausencia de incentivos fiscales para inquilinos.
Pendientes proyectos en sanidad, educación y cultura
Desde Compromís se ha subrayado que en el Centro de Salud del Raval Universitari únicamente se ha colocado un cartel informativo de urgencias. Sin embargo, no se ha puesto en marcha ningún servicio médico efectivo. En el ámbito sanitario también han denunciado demoras de hasta seis meses en mamografías para pacientes con cáncer. Asimismo, señalan el deterioro de instalaciones sociales en los distritos Norte y Sur.
En lo educativo, han señalado la paralización de obras en los conservatorios municipales y el estancamiento del proyecto de rehabilitación del edificio de Borrull. Esta infraestructura es clave para la reorganización de servicios públicos. En cuanto a cultura, acusan al actual gobierno de reducir la programación. Afecta especialmente los barrios, y perjudica el apoyo a colectivos y propuestas culturales locales.
Igualdad, derechos civiles y transparencia institucional bajo sospecha
El retroceso en políticas de igualdad y derechos LGTBI ha sido otra de las denuncias destacadas por Compromís. Según el grupo municipal, el actual equipo de gobierno ha dejado caducar el Plan Municipal de Igualdad. Además, no ha cubierto las plazas técnicas destinadas a políticas de igualdad y cooperación. También critican el alejamiento institucional de colectivos LGTBI y feministas con los que antes se colaboraba.
En lo institucional, el grupo ha advertido de la inacción en el seguimiento de acuerdos plenarios. También mencionan la ausencia de una agenda pública de la alcaldesa. Señalan la existencia de “prácticas poco transparentes” que ponen en duda la buena gestión de los recursos públicos.
Críticas a la gestión económica
En materia económica, Compromís ha acusado al gobierno municipal de ejecutar solo un tercio de las inversiones previstas. Además, acumulan más de 18 millones de euros en facturas sin regularizar. Según su portavoz, el Ayuntamiento “utiliza la ciudad como un decorado para promocionar actos del PP. Mientras tanto, se descuidan las verdaderas necesidades sociales y culturales de Castellón”.
Las notas de Compromís al tandem PP-Vox
Respecto el apoyo de los socios del Vox, Compromís también ha valorado el peso que tiene la ultraderecha a la hora de «condicionar» las políticas del PP.
Ignasi Garcia ha afirmado que “tenemos un Ayuntamiento en el que Carrasco es más militante del PP que alcaldesa”. Ha calificado la gestión del actual ejecutivo con una nota de entre el 0 y el 1,5. En esa misma línea, ha sentenciado que “el PP está muy cómodo con Vox”. García asegura que “la extrema derecha tiene una influencia de 7,5 sobre el PP”.

