El alcalde de Vila-real, José Benlloch, junto a la vicealcaldesa, María Fajardo han hecho balance del 2024, y hablado también de los planes de futuro del municipio para 2025, en un desayuno informativo con la prensa.
En primer lugar, Fajardo ha explicado que los presupuestos del próximo año deben ir dirigidos a mejorar las vías públicas del municipio, los parques infantiles y ha acondicionar ciertos lugares como la Alquería del Carme y la de Botànic Calduch.
Además, ha recordado que son los primeros presupuestos conjuntos en esta legislatura entre las dos fuerzas políticas que hay actualmente en el gobierno municipal, y de los más difícil, ya que no recibirán nada del Fondo de Cooperación de la Diputación de Castellón.
“Estamos trabajando intensamente en la elaboración de las cuentas del próximo año, para las que por primera vez hemos pedido también las aportaciones de los grupos de la oposición, y que tendrán como prioridad los convenios sociales, culminar las inversiones del presupuesto actual que no hemos podido ejecutar por falta de tiempo y sobre todo aprovechar los edificios y espacios que hemos ido adquiriendo en los últimos años y a los que ahora vamos a poder dar un uso en el marco del proyecto de ciudad que tiene este gobierno de la Llum de Tol”, ha subrayado la vicealcaldesa.
Tanto Benlloch como Fajardo han querido trasladar su solidaridad y condolencias por las víctimas y personas afectadas por la DANA. “Por desgracia esta tragedia aún no ha acabado porque se necesitarán muchos años y mucho trabajo para la recuperación de las personas e infraestructuras afectadas pero no debemos perder la esperanza y el renacimiento de estos pueblos será también el renacimiento de toda la Comunitat Valenciana”, han dicho.
Por su parte, el Benlloch ha puesto el énfasis, en que en estos momentos lo más importante es reconstruir los municipios afectados por la Dana porque «su renacimiento será también el de la Comunitat Valenciana«.
El primer edil, también ha explicado que este año no podrán invertir más de 1.000 euros por habitante, ya que Vila-real tiene una deuda por cada uno de sus vecinos de 500 euros por «los empastres del PP».
Respecto a este asunto ha puntualizado que «el problema económico de Vila-real no se ha acabado, ya que el presupuesto contará con unos 9 millones de euros menos (cinco para pagar a los bancos deudas de etapas anteriores, y más de tres para las sentencias de licencias urbanísticas del gobierno anterior)».
Según el alcalde, el 2025 será «el peor después de 13,5 años como primer edil del municipio por los empastres urbanísticos».
El futuro para Benlloch, se presenta «con una importante incertidumbre, y los presupuestos deben de ser humildes, responsables y tomando decisiones importantes, ya que ni el Gobierno de España, ni el de la Generalitat han aprobado sus cuentas».
En el caso de Vila-real, el alcalde es consciente de que las inversiones de la Generalitat y del Gobierno central se volcarán en estos municipios dañados por la catástrofe, por eso “nosotros tenemos que ser responsables, mantener los pies en la tierra,
aprovechar lo que ya tenemos para hacer realidad un proyecto atractivo de ciudad, sin perder de la perspectiva de futuro, porque los fondos europeos seguirán llegando”. Benlloch ha lanzado un mensaje de esperanza porque “podemos renacer como ya hicimos en los años de la crisis entre 2011 y 2014, cuando la situación era incluso peor que la actual”.
También añade que «este año tampoco recibirán unos 400.000 euros del Fondo de Cooperación de la Diputación de Castellón».
A pesar de todo, Benlloch ha insistido en que “esto no quiere decir que Vila-real no tenga futuro, porque en 2011 fuimos capaces de salir adelante y hacer que la ciudad avanzara como lo ha hecho en los últimos años”.
Respecto a los Fondos Europeos, el primer edil, señala que «es un año para renacer, hay que tener los pies en la tierra y aprovecharemos lo que tenemos, por lo que con los Fondos FEDER llevaremos a cabo infraestructuras absolutamente imprescindibles como la reforma del Mercado Central».
José Benlloch tiene en mente un proyecto «atractivo» para la «nueva Vila-real del Siglo XXI», entre los que destacan, la reindustrialización, la carretera de Onda, los polígonos industriales, la competitividad de los comercios y más vivienda, porque está «colapsada».
En este sentido, el primer edil asegura “no hay que perder de vista la espada de Damocles que supone el urbanismo” , pero “tenemos que estar preparados para aprovechar los fondos europeos, para dar viabilidad a edificios que ya tenemos como el Albergue de la Mare de Déu de Gràcia, la Alqueria del Carme, el Convent, espai d’art, el Forn d’Avall o el antiguo almacén de Mesegueros (bingo); tenemos que activar un nuevo plan de reindustrialización; mejorar la competitividad del comercio local para que pueda sobrevivir a la crisis de la competencia de los centros comerciales; activar la nueva oficina de promoción económica y afrontar también el problema de la vivienda”.
“Tenemos mucho trabajo por delante pero estoy convencido de que lo superaremos y, desde la estabilidad de este pacto de gobierno, podremos dar a la ciudad un proyecto atractivo y una alternativa a los gobiernos de la inestabilidad de PP y Vox”, ha concluido.
En definitiva, las cuentas municipales, que se esperan aprobar el 7 de enero, nada más volver de Navidad, «deben tener estabilidad, ser un proyecto alternativo y diferentes».

