La explanada de la Lonja del Grau de Castelló se llenó este lunes de humo, sardinas asadas y sentimiento colectivo con la celebración de la Torrà de la Sardina. El popular acto de las fiestas de Sant Pere atrajo a centenares de graueros y graueras. No en vano, esta celebración destaca por su fuerte arraigo popular. Además de de la implicación los distintos colectivos festeros y voluntarios que resistieron estoicamente el calor de brasas junto a las ya temperaturas extremas.
Un total de 700 kilos de sardina, acompañados de pan y 250 litros de vino, se repartieron entre los asistentes. Desde primera hora de la tarde, la Torrà de la sardina congregó a la gente en torno a las parrillas para compartir uno de los momentos más esperados del programa festivo.
La actividad contó con la colaboración de la Cofradía de Pescadores San Pedro del Grao y la concejalía de Consumo del Ayuntamiento de Castellón, apoyando la Torrà de la sardina.
Reinas, presidentes y ciudadanía: protagonistas de una celebración con sabor a mar
Las reinas de las Fiestas de Sant Pere 2025, María Guzmán y Martina Valerino, estuvieron al frente del reparto junto a los presidentes de la Comissió de Festes, Miguel Valerino y Pablo Valerino. Se implicaron activamente en la atención a los vecinos durante la Torrà de la sardina. Su presencia, cargada de simbolismo, reafirmó la conexión entre la fiesta, la tradición y las nuevas generaciones del Grao.
Junto a ellos, la alcaldesa, el presidente de la autoridad portuaria y ediles de las diferentes formaciones con representación municipal. Pero sobre todo, muchos voluntarios, miembros de la comisión, y muchos ‘torraors’ y ‘torraores’ asados de calor pero con la ilusión de seguir manteniendo viva la tradición.
El acto fue también un reflejo de la vitalidad del distrito marítimo y de su voluntad de mantener vivas las tradiciones. Los aromas de la sardina a la brasa, el ambiente festivo, la música y la alegría de las familias fueron protagonistas.
Orgullo grauero en torno al ‘Peix del Grau’
La jornada no solo sirvió como encuentro festivo, sino también como reivindicación de la identidad pesquera del Grao. “La Torrà forma parte del ADN grauero”, destacó la alcaldesa, Begoña Carrasco. La alcaldesa participó en el reparto junto a representantes municipales y miembros del gobierno local. Para muchos vecinos, la cita es un gesto de orgullo hacia un modo de vida que sigue latente en la comunidad.
La sardina, protagonista indiscutible del evento, se reivindicó también como símbolo de calidad y producto local. La actividad permitió visibilizar el valor gastronómico del ‘Peix del Grau’, marca colectiva que representa el trabajo diario de los pescadores y pescadoras del distrito.
