UBE Corporation Europe, cuya sede central se ubica en Castellón, cerró el ejercicio fiscal de 2023 con un beneficio neto de 3,8 millones de euros y unas ventas totales de 467 millones de euros, según ha señalado hoy el presidente de la compañía, José Ignacio Iglesias, durante la presentación de los resultados del pasado año.
Iglesias ha señalado que los resultados suponen una «mejoría» con respecto a 2022, ejercicio que se cerró en «número rojos», pero se encuentran «un poco lejos» de las expectativas que tenía la empresa. Así mismo, ha destacado que el resultado positivo se ha conseguido a pesar del descenso «significativo» que ha sufrido la facturación en 2023 con respecto a 2022, año en que las ventas se elevaron a 620 millones de euros.
«Veníamos de un 2022 en que los precios estaban disparados y en 2023 la espiral inflacionista se corrigió y bajó el precio de toda la cadena de valor, por eso nuestra facturación fue menor, pero conseguimos poder operar nuestras instalaciones a una más alta capacidad, lo que nos ha hecho ser más eficientes y conseguir unos números positivos a final de año», ha añadido.
Así, el presidente de UBE ha explicado que, en el primer semestre de 2023 hubo que competir con materia prima que había llegado más barata en 2022, sobre todo de China, mientras que en el segundo semestre la empresa experimentó una mejora en la demanda, acompañada de la implementación de medidas de ahorro en costes operativos, así como una moderación y estabilización de los precios de la energía y las materias primas.
INVERSIONES
Por otra parte ha informado que durante el ejercicio de 2023, la compañía destinó 15 millones de euros a inversiones en sus dos fábricas de Castellón, en línea con el plan estratégico de inversiones para el período 2022-2024, que prevé una inversión total de 60 millones de euros durante el trienio.
Según ha señalado, estas inversiones se han basado mucho en temas de eficiencia energética y sostenibilidad y, como consecuencia, este año UBE ha tenido una reducción de emisiones de CO2 «bastante significativas», pues «hay un plan que prevé reducir en 2030 un 55 por ciento y en 2023 ya hemos alcanzado el 36%«.
Además, ha subrayado que la compañía ha superado su meta de mejora en la intensidad energética del 40% para ese mismo año, alcanzando una mejora del 48% al cierre del ejercicio 2023.
Iglesias también ha resaltado que la empresa ha hecho los primeros lotes de producción de productos basados en materias primas recicladas, -caprolactama y poliamida- «con lo que tecnológicamente se ha demostrado que es viable, y ahora el problema está en la parte económica, dado que estas materias primas son bastante más caras y todavía el mercado no acepta este nivel de precio». No obstante, ha indicado que la caprolactama producida ya ha sido vendida.
EMPLEO
UBE ha mantenido el empleo durante 2023, con un total de 621 personas -frente a los 617 del ejercicio anterior- de las cuales 568 desarrollan su labor en los dos centros de producción ubicados en la provincia de Castellón. Más del 99% de contratos son indefinidos, según ha apuntado el presidente de la compañía.
El empleo indirecto generado fue de 230 personas, reflejando el «compromiso» de UBE con la estabilidad laboral y el desarrollo de la comunidad.
De cara a las resultados previstos en 2024, Iglesias ha señalado que «las expectativas son positivas, ligeramente mejores que en 2023, pero lejos de años anteriores a 2022, en los que habíamos tenido resultados muy positivos como en 2020 y 2021», y ha añadido que espera que el nivel de inversión para el trienio 2025-2027 «siga siendo importante».
UBE, según ha explicado su presidente, tiene algunos de sus productos muy concentrados en Europa, aunque en otros tienen mercados importantes en Norteamérica y Sudamérica, pero en esta última zona «los productores asiáticos están inundando el mercado», por lo que aquí están notando «un nivel de competencia a unos precios muy bajos».
El presidente de UBE, por otro lado, ha comentado que están interesados en el desarrollo de proyectos como el del amoniaco verde, pues, -según ha dicho- muchas veces lo tienen que importar desde bastante lejos y considera que sería interesante tener un fabricante de amoniaco cerca de sus instalaciones, con el que podrían conectarse por tubería.
Respecto al hidrógeno verde, ha manifestado que no creen que tengan posibilidad de utilizarlo en el futuro. «Tenemos un objetivo de descarbonización antes de 2050, pero esta no pasa por utilizar hidrógeno verde, sino fundamentalmente por ser mucho más eficientes y conseguir llegar al consumo cero de energías fósiles y prácticamente cero de cualquier energía», ha concluido.