El Consorci Hospitalari Provincial de Castelló pone en marcha, en colaboración con la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, el aula pedagógica para pacientes de las unidades de Salud Mental infanto-juvenil y trastornos de la conducta alimentaria.
De esta manera, el actual equipo directivo cumple con el compromiso de la Conselleria de Sanidad de dar respuesta a la reivindicación histórica que los responsables de la Unidad han mantenido durante años para que las personas hospitalizadas reciban atención educativa.
Desde esta semana un profesor acudirá al centro hospitalario para dar continuidad al proceso educativo del alumnado ingresado, facilitando así la socialización, afectividad y bienestar general tanto desde el punto de vista educativo como desde el equilibrio emocional y maduración social.
Así, niños, niñas y jóvenes podrán a partir de ahora beneficiarse de recibir formación en Educación Primaria y Secundaria, Bachillerato, FP u otras modalidades y especialidades.
Para el personal que atiende la Unidad esta iniciativa es muy importante, ya que las personas que por motivos de salud no pueden asistir a centros educativos pueden acceder al sistema regular de educación.
Unidad de referencia
La Unidad de Hospitalización Infanto-Juvenil, que entró en funcionamiento en noviembre de 2011, es una sala que consta de 5 habitaciones con un total de 8 camas, en las que se presta atención a pacientes de hasta los 18 años con trastorno mental y criterios de ingreso por descompensación clínica.
El personal de la Unidad atiende las necesidades de pacientes y familiares para su recuperación mediante tratamientos farmacológicos y también psicosociales. Así, se presta apoyo, asesoramiento y psicoterapia individual, familiar y grupal. También se lleva a cabo la rehabilitación, cuidados de enfermería, terapia ocupacional, orientación y apoyo social.
Esta unidad es referente para todos los ingresos de personas menores de edad en la provincia. Cada año ingresan entre 60 y 65 personas, con una media de 13,5 años, y una estancia media de 25 días.
La demanda de pacientes menores de edad que requieren tratamiento para sus problemas de salud mental ha aumentado progresivamente en los últimos años, especialmente a partir de la pandemia. Así, cada vez se atienden más casos de trastornos de ansiedad y de depresión, autolesiones, tentativas de suicidio y trastornos de la conducta alimentaria, según ha explicado la doctora Carla Ramos, responsable de la Unidad.
“La edad de debut de algunos de los trastornos está disminuyendo como en el caso de los alimentarios, que actualmente se diagnostican en edades muy tempranas y con un pico de incidencia a los 12 años, coincidiendo con el inicio de la ESO y el paso a los institutos», ha añadido la especialista.