Una factura de flores -de alrededor de unos mil euros- presentada en el primer trimestre de 2024, aunque correspondiente a mayo de 2023, ha pasado esta semana por la Junta de gobierno del ayuntamiento de Castelló, generando críticas por parte del portavoz municipal.
El motivo es que no se contempló y por tanto no había previsión, por lo que para su pago ha sido necesario realizar todos los trámites burocráticos preceptivos en cuanto a informes para que se pueda aprobar.
Este hecho, no es algo aislado y encaja dentro de lo que implican estos casos de lo que se denomina «omisión de la función interventora», dicho de otro modo, enfrentarse a un pago no previsto y poner en marcha la maquinaria administrativa con los informes correspondientes que acrediten que el servicio o producto que se reclama se realizó y que se autorizó de algún modo por la persona responsable.
Sin embargo, el portavoz del equipo de gobierno ha querido esta vez poner el acento, al tratarse de un importe que incluye la factura de las flores de Lledó en las fiestas dedicadas a la patrona, el primer domingo de mayo de 2023. Un compromiso que, ha dicho, adquirió la anterior concejala de ermitas, sin que se tuviera constancia y que ahora, al ser presentada la factura y remitida -junto con otra- al área correspondiente, esta vez, Turismo, han generado este expediente para reconocer el crédito y proceder a su pago. Una actitud la de «esto lo pago yo», que el edil del PP ha afeado a la entonces responsable.
De hecho se habla de expediente de «obligaciones indebidamente adquiridas y no tramitación de la revisión de oficio». Se mencionan así «distintas facturas en la relación número OIA 2-2024 por importe total de 1.559,54 euros que contienen obligaciones que no han sido debidamente adquiridas por el Patronato Municipal de Turismo por no haberse aprobado expediente de contratación»
Por su parte, quien en 2023 asumió este coste por parte del ayuntamiento, Pilar Escuder, ha reconocido que, efectivamente no se tramitó de la manera que correspondería y ha explicado a Actualidad Castellón, que «era en el mes de mayo, a pocas semanas para las elecciones y en ese proceso esa factura no se gestionó como hubiera sido lo deseable, haciendo una retención de crédito y por eso se quedó ahí en ese impás, y no se hizo como se debería. Me preguntaron a mí, si esa factura era correcta, que era de las flores de la basílica, y sí,… si que lo era y por tanto tenía que salir adelante», ha explicado.
